19 de diciembre de 2011

La Tebaida tiene talento

Ahora que el canal de televisión colombiana RCN Televisión sacará al aire su más reciente hit trasnochado Colombia tiene talento, propongo que enviemos nuestros mejores representantes para que le enseñemos a toda Colombia que los tebaidenses tenemos, no solo talento, sino que conservamos nuestras mejores costumbres culturales.

No sé quiénes serán los jurados en Colombia del afamado Show televisivo que ya ha torturado a medio mundo, pero en un ejercicio de imaginación veo a Carlos Calero Ricostilla, a la Negra Candela y a Jota Mario, con peluca, como suele salir por las mañanas —el cual sería obviamente, el más estricto de los tres—. (Puro talento colombiano al servicio del país). Y mientras Jota Mario, con sumo criterio, le esconde algún zapato a la Negra Candela, y ésta grita simpáticamente algún chismecito de su astuto colega, y Ricostilla baila currulao en una cocina de plató, van calificando a nuestros más dignos representantes, que serían, para ir más seguros, solamente tres actos.

El primer número tebaidense podría ser el borracho de turno que saca su correa y empieza a perseguir algún enemigo menos ebrio en un parque a las cuatro de la mañana, al que seguramente no le alcanza a dar ningún fuetazo porque el segundo, que se cae y se levanta cada dos por tres, sale corriendo con más miedo y más velocidad que un banderillero herido por cornada en nalga derecha. Claro que ese acto perdería puntos porque para disfrutarlo bien hay que estar ebrio también, y ser amigo de uno de los dos aspirantes, pero estoy seguro que Ricostilla lo acepta si hay algún vallenato amenizando la fiesta.

En el segundo acto podemos poner a tres concejales electos a tomar aguardiente en una mesa en pleno teatro Jorge Eliecer Gaitán, a ver quién aguanta más sin dormirse. La virtud de este acto es que ninguno gana porque se duermen al mismo tiempo y es tan rápido que la Negra Candela no alcanzaría a tocar el claxon de desaprobación, ya que evidentemente no le gustaría porque no la invitaron.

Y un tercer espectáculo tebaidense podría consistir en poner quince personas en un paredón y someterlas a los disparos de una niña de 17 años, ebria y a una distancia de tres metros, a ver quién se salva primero: si las quince personas de los disparos que nunca aciertan, o la niña que sale corriendo a esconderse de la policía que nunca llega (justo como lo vi hace poco menos de un mes en la zona rosa de este querido pueblo), acto que Jota Mario aprobaría sin problema si la niña es una modelo con atributos biopoliméricos.

Obviamente me dejo muchos otros talentos nuestros por falta de espacio, pero no me olvido de la corrupción política, con la cual no solo ganaríamos el concurso, sino algún sueldito millonario que no caería nada mal para el pueblo, o para una persona del pueblo, que algo es algo, ¿no? Y así entonces no solo nos reconocerían por nada, sino porque en La Tebaida llevamos la sangre más colombiana que en cualquier otro pueblo, y que tenemos talento que se está desperdiciando por falta de promotores y plataformas publicitarias. Señores, es que nos estamos hundiendo en nuestro propio lodazal de virtudes.

Así que desde acá, desde esta pequeña tribuna doy aliento a que nos atrevamos a ir más allá de lo municipal y demos el salto a la pequeña pantalla nacional, que seguro se quedará más que pequeña y anonadada con todo lo que tenemos para ofrecerle a Colombia y al mundo. ¡Vamos Tebaida!