1 de febrero de 2012

La cara oculta del silencio

El silencio es importante en las películas. En todas, y en todo, no sólo en las películas. "La palabra es lo que sobra del silencio". Es vital en la vida, en la música, en el teatro, en los hospitales, en las miradas. La ausencia de ruido es vida. Y si lo vas a romper, el silencio, que sea mejor hacerlo con algo que valga la pena, algo que le aporte y lo mejore, porque sino simplemente será un ruido necio. Éste mundo que está lleno de ese ruido necesita más silencio y menos necios que no lo aprecien.

El silencio en arquitectura se traduce en espacio. Una plaza, un lleno, un vacío, amplitud. Eso es el silencio: amplitud. De ideas, de sentimiento, de vacío o lleno interior, de un sentir guardado, donde debe estar. Inconmensurable.

Acabo de verme La cara oculta del director colombiano Andrés Baiz, y me quedo con la hermosa figura femenina y la consabida sequedad masculina. Todo en su lugar. Pero sobretodo me quedo con el respeto que el ruido le tiene al silencio. No hay una frase que sobre y que no diga lo que es necesario decir, sin aspavientos. Los diálogos son medidos y calculados como engranajes en un diseño perfecto. Y la música es silencio que grita, y acalla al momento. La película es una melodía compuesta de silencios respetuosos (pleonasmos), somera y precisa que se muestra mediante secuencias visuales de similar sentimiento. Me encantó.


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